Un derrame cerebral, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), puede presentar una variedad de síntomas que incluyen: pérdida súbita de la fuerza o sensibilidad en la cara, brazo o pierna; confusión repentina, dificultad para hablar o entender el lenguaje; problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos; dificultad para caminar, mareos repentinos, pérdida del equilibrio o coordinación; dolor de cabeza intenso y repentino sin causa conocida. Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar de una persona a otra y que es fundamental buscar atención médica de emergencia si se sospecha de un derrame cerebral, ya que la rápida intervención puede ayudar a reducir el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación.