Sin duda, la actitud amable y comprensiva de las profesoras puede tener un impacto significativo en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Cuando los profesores son agradables, los alumnos se sienten más cómodos, motivados y dispuestos a participar en clase. Esto crea un ambiente positivo que favorece la concentración, la retención de información y la voluntad de aprender. Además, las relaciones de respeto y empatía que se establecen entre profesores y alumnos pueden promover una comunicación efectiva y un mayor interés por parte de los estudiantes en profundizar en los temas presentados. En resumen, la presencia de profesoras agradables puede potenciar significativamente el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Expulsan a profesora por PR0V0CAR a sus alumnos y los obligba a hacer